Con el paso del tiempo la música puede llegar a mejorar las habilidades lingüísticas, la creatividad y la felicidad. También ayuda a disminuir la ansiedad y el dolor, y provoca una curación rápida e incrementa el optimismo. Además ayuda a sanar algunas enfermedades neurológicas como Alzheimer, Parkinson y Autismo.
La música puede afectar tu estado de ánimo en cualquier lugar; tu automóvil, tu oficina o tu casa. Incluso puede llegar a contribuir en como te sientes dentro de una tienda de un centro comercial e influya en tu decisión de comprar.
1. Emoción
La hormona oxitocina está relacionada a la vinculación que puede existir entre dos personas y puede ser producida por medio del canto. Es por esta razón que un bebé se siente conectado emocionalmente con su madre cuando ella le canta.
Escuchar música crea picos de emociones que incrementan la cantidad de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. Además ayudan a procesar otras emociones como miedo, tristeza, resentimiento y dolor, aún cuando estén presentes a nivel subconsciente.
Es por eso que hay canciones que te ayudan a levantar el ánimo, otras que te ayudan a atravesar momentos de dolor y otras que te dan una sensación de paz y tranquilidad.
2. Memoria
¿Te ha pasado que escuchas una canción y automáticamente te hace recordar alguna persona o algún lugar?
En un estudio realizado en la Universidad de California en el 2009, se descubrió que existe una parte del cerebro que asocia la música con recuerdos al experimentar momentos emocionales sobresalientes. Es por esta razón que al escuchar cierta canción puede que venga a tu mente alguna etapa o suceso de tu vida que te haya marcado de sobremanera y que revivas las emociones que sentías en el momento.
3. Aprendizaje y neuroplasticidad
La neuroplasticidad es la capacidad que el cerebro posee para funcionar de forma adecuada luego de algún daño sufrido. La música tiene la habilidad de proporcionar estímulos que construyan nuevos caminos para ayudar al cerebro a renovarse luego de alguna lesión.
4. Atención
El escuchar música ayuda al cerebro a anticipar acontecimientos y mantener una mayor atención. Aunque en ciertos casos puede también que sean una fuente de distracción y dificulte la capacidad de concentración.
Esto depende no sólo de la personalidad de la persona sino también del tipo de música que se esté escuchando. Por lo general, es mucho más fácil concentrarse con música que no tiene letra o un ritmo movido.
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